domingo, 20 de mayo de 2012
Antonio Machado. Temas (I). El tiempo
Antonio Machado por boca de Juan de Mairena habló de si mismo como del "poeta en el tiempo". La sensación del paso del tiempo aparece ya en el primer poema "El viajero" de su primer libro que termina con estos significativos versos: "En la tristeza del hogar golpea / el tictac del reloj. Todos callamos." Se trata de una ansiedad, de una inquietud que se aproxima al pensamiento existencialista (para los existencialista el hombre es: "ser-en-el-tiempo" - Heidegger) De ahí procede ese deseo cien veces expresado de pretender perpetuarse a través del poema, y de que el poema eternice el tiempo.
La poesía para Machado es un arte temporal (toda la literatura lo es). "La poesía, dirá, es el diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo" (Juan de Mairena).
"Sostenía Mairena que la poesía era un arte temporal - lo que ya habían dicho muchos antes que él - y que la temporalidad propia de la lírica sólo podía encontrarse en sus versos plenamente expresada. Esta jactancia, un tanto provinciana, es propia del novato que llega al mundo de las letras dispuesto a escribir por todos... - no para todos - y, en último término contra todos. [...] El poema que no tenga muy marcado el acento temporal está más cerca de la lógica que de la lírica. Todos los elementos de que se vale el poeta: cantidad, medida, acentuaciones, pausas, rimas, las imágenes mismas, por su enunciación en serie, son elementos temporales... Pero una intensa y profunda impresión del tiempo sólo nos la dan muy contados poetas? En España, por ejemplo, la encontramos en don Jorge Manrique, en el Romancero, en Bécquer, rara vez en nuestros poetas del siglo de oro" (Juan de Mairena).
¿Pero donde se expresa poéticamente esta sensación tan profunda del paso del tiempo?
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